A veces me siento
como una de esas prendas de ropa
en las que en la etiqueta, chiquitito, pone:
“handle with care”- “trate con cuidado”.
Me siento como si fuera una de esas prendas
de las que hay que acordarse,
que hay que sacar aparte y lavar por separado,
a mano, con mucha delicadeza,
para que mis fibras no se dañen,
para que mis fibras no se rompan.
Me siento así, frágil,
como si tuvieran que lavarme aparte,
por separado o a mano,
e incluso el programa de delicados de la lavadora fuera demasiado fuerte.
Y, a veces, solamente quisiera ser
sintética, de lycra, y que pudieran lavarme a cualquier temperatura,
y que pudieran dejarme en cualquier silla, sin percha…
y yo no me arrugaría, ni se estropearían mis tejidos,
ni perdería color, ni me deformaría.
A veces quisiera ser sintética
para no sentir tanto cada una de las cosas que hacen
sin cuidados suficientes para mis tejidos frágiles,
para mis tejidos siempre sintientes.
Me gustaría ser sintética para que, cuando me laven,
no pierda el color, o no me deforme, ni encoja;
para no ser tan difícil, para no dar tanto trabajo.
A veces me siento como una de esas prendas
que, chiquitito, en la etiqueta tienen escrito ‘handle with care’,
y al lado otra etiqueta tan larga y con tantas instrucciones
que resulta tremendamente molesta
y lo que más apetece es cortar la etiqueta y olvidar las instrucciones.
Y al final acabar metiéndola en la lavadora
con todo lo demás, como cualquier otra prenda,
porque es demasiado trabajo acordarse de que hay que apartarla,
y luego meterla en un barreño,
echarle agua fría y un jabón especifico para prendas delicadas.
Y remojar y remojar con cuidado,
y lavar con cuidado y escurrir con cuidado
y tender con cuidado, en horizontal, que no se deforme.
Al final se mete todo junto en la lavadora,
porque es demasiado trabajo acordarse de cada prenda
que necesita un cuidado especial
y lavarla aparte siguiendo sus instrucciones.
Y si se estropea, pues compramos otra,
pero esta vez mejor sintética, que no da tanto trabajo.
ULTRAVIOLETA 